Una de las tradiciones más típicas de Catalunya son los Belenes Vivos, és a dir el Pessebres Vivents. En muchos pueblos, los propios habitantes, escenifican el nacimiento de Jesús. Un gesto simpático donde normalmente el pueblo se vuelca y participa activamente.
Piera no es menos y también tiene su Pessebre Vivent. Aprovechando el casco antiguo, donde se puede disfrutar de las huellas que dejo el medioevo, se plantan las gentes vestidos y preparados para transportarnos a las tierras palestinas de hace 2.000 años.
En una ocasión fui el Rey Herodes en este pequeño Pessebre Vivent. Sin embargo, este año, Tania y yo decidimos visitar otro pueblo, Prats de Rei.
Vimos el anuncio hace unos días en el diario, y aunque la entrada cuesta 6 € nos dijimos que podía estar bien. El pueblo esta en la Alta Anoia, a unos 20 kilómetros de Igualada.
El 27 a las 18.30 horas fue la escenificación que queríamos ver. Hacía un frío a tener en cuenta, uno o dos grados, pero lo que vimos en este Pessebre Vivent no hizo pronto olvidar del frío.
Habitualmente los pueblos se visten con ropas del siglo XII – XIII, mas o menos, por que en la mayoría de ocasiones no es más que una túnica y quizás algo de cuero. Por ejemplo, en Piera podéis ver a la gente transportadas al s.XII pero con maravillosos, y desconocidos entonces, relojes de pulsera.
Prats de Rei tiene incluso una pagina web de su belén. En él, en vez de tener a los actores, los vecinos que representan el Belén, en constante movimiento, han creado escenarios, cinco en total, en las que han cuidado hasta el mínimo de los detalles.
Aprovechan su reducido casco urbano al máximo y lo dotan de mayor realismo mediante el cartón piedra, creando cuevas, murallas o lo que necesiten para transportar al visitante. Podéis ver nuestras fotos aquí.
Las representaciones, donde los actores también hablan, se hacen a viva voz. Tienen iluminación con la que recrean la noche, el día, la matanza de los inocentes, los rayos y una realista estrella fugaz.
Tania, mis hermanas y yo, salimos encantados de esta visita, donde al concluir, junto a unas hogueras enormes, comimos algo de secallona, un embutido típico de Catalunya, y pan tostado al fuego.
La verdad es que vale la pena y si todavía estáis a tiempo, hacen representaciones hasta el 14 de Enero, os recomiendo que deis una vuelta por Prats de Rei. Sino, apuntadlo para el año que viene.
Gina
31 diciembre 2006 at 1:20
Que bueno que todavia haya lugares donde se conserven estas tradiciones. Hace dos aí±os visite el pesebre viviente de Piera y me encanto…asi que me apunto para el aí±o que viene vara visitar el de Prats de Rei. De peqeí±as con Tania soliamos disfrutar mucho en el barrio donde nacimos en un pueblo de la selva de Peru con los pastorcitos -nií±os disfrazados de angelitos, virgen, reyes magos,etc- que iban de casa en casa a danzar y a cantar villancicos en los pesebres que armaban las familias. Luego a media noche todos los pastorcitos de diferentes barrios se reunian en la catedral para escuchar la misa de gallo a la media noche. Luego las familias regresaban a casa para la cena de navidad y para abrir los regalos. Tradiciones y recuerdos muy bonitos que vale la pena conservar.