Hoy el Racing de Santander nos ha dado un baño, cero a tres, en un partido aburrido, que el Espanyol abandonó sobre el minuto 14 cuanto recibió el primero de los goles.
Como no había visto hasta hoy, todo el estadio se puso en contra de la pasividad del equipo, silbando, gritando e, incluso al final del encuentro, aplaudiendo y coreando las jugadas del equipo rival.
Un Racing con el que se supone nos tenemos que jugar el acceso a la UEFA, pero que esta muy lejos de nosotros, no tanto en juego, que también, como en espíritu y ánimos. ¡A ver que pasa en Bilbao!