La semana pasada fuimos al Teatre Condal a ver Hop!era. Tania consiguió unas entradas muy rebajadas, así que decidimos volver a pisar un teatro. ¿Por que será tan caro el teatro?
La obra es una forma de acercar a todos los públicos el mundo de la ópera desde la perspectiva del humor y el teatro de gesto. Hop!era propone una divertidíssima «popularidad» del género lírico, con granos dosificados de imaginación y sin barreras artísticas ni intelectuales. Un espectáculo que arranca risas desde el primer momento, aún cuando no hayas ido jamas a la ópera, como es nuestro caso.
Es de señalar la participación de auténticos cantantes de ópera y una puesta en escena cuidada y muy graciosa. La obra va de menos a más.
Al principio resulta bastante obvia, pero pronto cambia el tono y pasa a tener voces, gestos y situaciones con imaginación y simpatía. Además del espectáculo de las voces en directo.
Hop!era no es para partirse de risa, sino para deleitarse con la sonrisa hasta llegar alguna vez a la carcajada, y tiene dos números realmente geniales con el brindis de La traviata y el de un pintor.
En total, se escuchan una quincena de fragmentos operísticos, mientras en la escena se suceden una serie de gags de situación o claramente apayasados. No se puede destacar a ninguno de los intérpretes porque su derroche de fuerza y brío es común, pero entre los que no cantan hay una auténtica payasa, Judith Saula, con un rostro tremendamente expresivo y una gestualidad muy cómica. En conjunto, una magnífica obra para disfrutar, reír e iniciarse en la ópera.