Las huellas, según el diccionario, son los rastros que dejamos. Uno de los deseos que más se repite en la humanidad es el de dejar huella en esta vida, no pasar desapercibidos, ser algo para alguien, influirlo de alguna forma.
Como bien sabéis, hace un tiempo que soy padre, puedo asegurar que Naira, la responsable, ha dejado una enorme huella en mí y, espero que sea recíproco, tiempo al tiempo. Los rastros, que día a día vamos dejando en nuestro devenir pueden ser tan efímeros como el que veis en la fotografía, o bien tan permanentes como la interminable noche del 7.Agosto.08
Pero todos ellos, los que desaparecerán rápido o los que quedan grabados por siempre, influyen en nuestra vida y la hacen ser lo que es.
Ayer caminaba por la arena húmeda de la playa, cuando me percaté en como el mar iba borrando las pisadas de Naira, Tania y las propias. Algo que a priori no tiene nada más allá, sin embargo, me dí cuenta que ya no eran dos pares de pies los que dejaban su rastro en la arena… ¡ahora son tres!
Lo efímero de una pisada en la orilla del mar me llevó a lo permanente de ser padre de una criatura. ¡Que os diré que no sepáis! La niña más bonita de todas las hijas que tengo 😛
Y es que así son las huellas, impresiones de nuestras experiencias, recuerdos si queréis. Donde el más pequeño de ellos, esta relacionado, es más, es causa directa de nuestra forma de vivir.
Ya no paseo tanto por Internet, ya no camino tanto por senderos montañosos, ya no estamos horas tirados en la arena, ya no salimos tanto de noche, ni siquiera viajamos a lugares desconocidos, ya no nos levantamos tarde, ni nos vamos a dormir temprano, ya no veo tanta televisión, ni tampoco piso un cine, ya no tengo tanto tiempo para escribir, ni tampoco lo pierdo como antes hacía… son muchas las cosas que cambian… la mayor de todas… AHORA SOMOS TRES.
Ahora descubro el mundo con unos ojitos inocentes, aprendo a caminar de nuevo, descubro los sabores básicos de las verduras, del pescado, de la carne y de la fruta, observo durante horas el dormir y el sueño, aprendo un nuevo idioma, que nunca se ha hablado y que nadie repetirá, descubro lo confortante de un abrazo, de alcanzar una pequeña meta, aprendo a cantar y a susurrar, a escuchar el silencio, recuerdo juegos que había olvidado, valoro el tiempo y lo comparto con quién más quiero, ya no pierdo las horas, las comparto, las invierto… ¿en qué? En que mejor tarea que la de dejar huella, rastros, recuerdos de infancia para esta pequeñita… mi princesa… Tú, mi Naira
Gina
31 julio 2009 at 17:25
Paco muy linda tu nota sobre como Naira te (les) cambio la vida… y muy bella la foto de las huellas en la arena. Deben estar contando los dias para su viaje a Peru y celebrar el primer cumpleanhos de tu princesa. Los abuelos en Lima estan ansiosos por recibir a su nieta…para ellos es \la reina de Espanha\ 🙂
Un abrazo para los tres..y espero que pronto vengan a visitarnos aqui a los EEUU…me muero de ganas de conocer a mi sobrina!
pakus
28 julio 2009 at 17:06
Wow… menudo notición Lesley… Enhorabuena, felicidades, ya veras que bonita historia se te viene encima, te va a cambiar la vida, aprovecha a dormir y salir ahora por que luego no podrás… todo en un único mensaje…
La verdad amiga, es que la vida te cambiara… pero no habrás conocido nada mejor que ser madre… te lo dice un padre 😛
Besos y enhorabuena… nos escribimos en breve.
Lesley
27 julio 2009 at 18:55
Pakito cada q leo tus huellas q dejas por este mundo de internet acerca de tu nena, de tu familia me haces desear ya ser mama, lo haces ver tan facil sabiendo q no lo es, lo haces ver tan todo color de rosa, wow tienes una manera de escribir unica!.
Ahora bien te dare la noticia y le avisas a tania eh!. Ya podre entender mejor todo lo q escribes cuando se es padre (madre). Ahora soy yo la q va a tener un bebe!!!! siiiii un bebe q va creciendo apenitas tengo 9 semanas y ya deseo tenerla en mis brazos!!!..
Lesley
27 julio 2009 at 18:53
paco? te deje un comentario no se si se grabo 🙁
esther
27 julio 2009 at 1:09
Que lindo lo que haz escrito Paco 🙂