Flotaba en un cielo nublado y gris, bajo mis pies la gente paseaba por calles desiertas y vacías.
Una calle, de nombre la Castellana, se llenaba de personas, unas armadas con banderas bicolores, otras con fusiles y bayonetas… La gente coreaba el paso de tanques, misiles capaces de matar desde 80 kilómetros… muy cerca los aviones pintaban el cielo, llevándose algunos conocidos en las alas y los parabrisas.
Cada vez eramos mas en un cielo mas gris. De pronto vi el mar, tan azul como siempre, tranquilo y sosegado, sólo e inmenso. Sin duda era el Mediterraneo, alguna de nosotras cayeron sobre el, mezclándose con sus saladas aguas y cerrando su ciclo, para mas adelante, volver a levitar de ese todo que cubre la mayoría de la Tierra.
Otras aguantábamos, llevadas por el aires y las corrientes, húmedas y cálidas. Poco a poco avanzaba el dia…
La montaña de Montserrat se aparecía a pocos kilómetros cuando ya no pude aguantar y en una infinita caída libre pasaba a través de las nubes, rápidamente hacía el suelo… el fín.
Caí sobre una azalea, que ayer un chico regaló a una chica. Una pareja que viven juntos. La azalea esta en un balconcito desde donde los veo estudiar… ella catalán… él algo sobre QoS o Cisco…
Se miran de vez en cuando, sus ojos se hablan de forma diferente a sus bocas, hablan una lengua que yo, una pobre gota de lluvia no entiendo: amor