Estos días estoy de vacaciones ya que en la ajetreada vida escolar se suele parar 10 días la agenda en Senama Santa, para dar un respiro a los profesores, a los alumnos y un poco de dolor de cabeza a los padres que no saben que hacer con los niños cuando no van a clases.
Hace un año en estas fechas hice mi primer camino de Santiago, con la ilusión y con la esperanza de acabar sin tanto sufrimiento. Afortunadamente pude llegar al final de cada etapa, con ampollas si, pero con la satisfacción de que cada paso fue firme y que cada momento fue vivido de manera intensa.
Muchas reflexiones, promesas y revelaciones se hicieron en ese camino, especialmente entre nosotros… reflexiones, que nos han hecho pensar; promesas que aun esperan, revelaciones que marcarán cambios en nuestras vidas.
Pronto Paco hara otra etapa del camino de Santiago, esta vez sin mi, por motivos laborales. Pero como en cada separación solo queda esperar que los días pasen raudos y que al regreso fundirnos en un tierno abrazo sea lo mas esperado y la recompenza de esos días de peregrinación. Bon camí caninants!