Muchos dicen que después de las vacaciones entra el síndrome post-vacacional que provoca estres y agobio en el trabajo después de tantos días de relax. Lo cierto es que hoy empece a trabajar y pasada la pereza típica de la mañana al oir el despertador, he iniciado el día con alegría. LLegué al colegio sobre las 09:30 h y fue una gran sensación re-encontrarme con mis compañeras de faena, sí, es increible volver de vacaciones y saber que el trabajo está ahi con todos de nuevo, las mismas caras pero cada día algo nuevo. UN trabajo que me gusta y me da muchas satisfacciones.
Este año hay 20 niños en clase, 3 de ellos los petisos de 2 años. El martes 12 los conoceremos, veremos esas caritas nuevas, seguramente llenas de lágrimas apegados a las faldas de sus mamás pero ahi estaremos para convencerlos que dentro,en la escuela, compartirán con nosotros muchas cosas que calmarán su llanto.
Empiezo con muchas ganas, alegría, entusiasmo y amor que compartiré con mis niños, jugando, sonriendo y como no, siendo cómplice quizás tambiérn de algunas travesuras en este curso 2006-2007.