Desde aquel dia en que juntos pintábamos la casa, preparándola y pensando cada detalle de un nuevo hogar que aun no llenaba sus rincones de la memoria con aromas de sus habitantes, desde aquella canción a la que apresuré a responder (sin leer la nota previa enganchada en la nevera) «si quiero«, desde aquel 31 de julio ya han pasado dos años .
Es aun poco tiempo teniendo en cuenta los años que nos quedan por delante para amarnos y disfrutar el uno del otro, caminando los dos en la misma dirección; sin embargo este tiempo ha estado lleno de sonrisas, de detalles, de aventuras, hemos pasado muy buenos momentos y algun que otro morrito pero muchos «te quiero» .
Logramos poner al fin las cortinas japones, cambiar el despacho y conseguimos subir las cosas al altillo, hicimos cambios en casa, encendimos velas, pusimos inciensos, rompimos cosas, hicimos juntos el camino de Santigo.
Me saqué el certificado B de catalán, otro examen y esperanzas para el C,. Las vistas de mi hermanita Gina en invierno y primavera. Di un giro laboral profesionalmente hablando, otro ordenador y despacho para mi. Clases de conducir y el permiso a la vuelta de la esquina.
Tu tesis avanzando, ya casi casi tengo un ingeniero superior, dias de invierno y nieve juntos, compartimos secretos, nos hicimos más complices, vino el verano y playa y sol nos acompañan.
Contruimos un hogar, nos proyectamos con planes al futuro. uf! sólo han pasado dos años? Cuántas cosas, cuántos, momentos, repetimos otro año juntos?
pakus
28 julio 2006 at 15:39
La verdad es que no hay nada como vivir en pareja.
Los grupos estan bien, son divertidos, es dificil quedarte sólo, la probabilidad de quedarte sólo es inversamente proporcional a la cantidad de gente que lo componga… Sin embargo, la cantidad de personas, no te asegura que puedas sentir la soledad…
La pareja, la mía, es un nexo perfecto. Te complementa cuando lo necesitas, te apoya cuando es lo que quieres, compartes las alegrias, y las penas, bueno de momento por suerte, no he sufrido ninguna de ellas en estos dos aí±os. Te amoldas y a la vez eres molde, aprendes que puedes ser feliz haciendo feliz, dando sin esperar recibir, pero recibiendo mucho más de lo que diste…
Nuestro amor se ha hecho más fuerte, nos conocemos mejor, disfrutamos de la compaí±ia del otro y dos aí±os después… REPETIMOS un aí±o más.
Te quiero pezqueí±a…