Escribo desde la estación de Sants, donde Tania y yo esperamos para reunirnos con todos los que van al Camino. Escribo desde un terminal a monedas abierto al público (6â?¬ la hora). La mochila ha pesado 11,3 kilos incluida una botella de agua de 1 litro.
He leído lo que Tania escribe, y la verdad es que cada día que pasa estoy más seguro de que la mejor mujer del mundo comparte mi vida. Puede sonar cursi, o traído a posta, pero la verdad es que cada minuto con ella, me dan más y más motivos para quererla y, de forma indiscutible, para saber que me quiere: sus cuidados, su cariño, su comida… su amor.
Y aunque se que es un poco duro para ella… sólo puedo decirte, mi amor…
GRACIAS Y TE AMO MUCHO