Ayer, la mutua de la empresa donde trabajo nos invitó a realizar un curso de primeros auxilios. Hace mucho había realizado uno, muy orientado a contusiones y heridas sobre niños.
Sin embargo el de ayer fue algo más genérico, intoxicaciones, contusiones, convulsiones, valoración de lesionados, signos vitales y la estrella… el masaje cardio pulmonar.
Una de las principales máximas que te enseñan a hacer tuya como «socorrista» o, el término más correcto, salvador es mantener la calma y aplicar el sentido común.
Intentar estar tranquilo, sin dejarse llevar por los nervios y el caos es una de las mejores acciones que uno puede llevar a cabo en caso de un accidentado, puesto que eso le permitirá ser racional y aplicar el sentido común. ¡Básico en estos casos!
El temario era amplio pero, como es habitual, falto una parte práctica extensa para ser capaces de asimilar todos los conocimientos que allí se dieron. Si queréis mucha información sobre este tema, pasearon por la página Como Salvar Vidas, donde hay muchos recursos.
En esta revisión de conceptos recordé muchos de los que ya había aprendido, refrescándolos, sin embargo también me dí cuenta de como algunas acciones tan pequeñas pueden resultar un bien tan grande.
Como todos los que estábamos allí esperamos no tener que usarlas nunca, pero si el futuro me depara alguna sorpresa, espero poder, como mínimo, mantener la calma y el sentido común.