No sé que comí o bebí ayer… tengo la sensación que no hice nada fuera de lo normal, sin embargo hoy soy diferente, me encuentro raro, extraño, como invitado en una vida que no es la mia… ¿me entendéis?
Esta noche me hice pequeño, y al amanecer todo era demasiado grande. Como le pasó a Alicia, la del cuento, hoy todo era mas grande, la cama enorme, aunque sólo un lado estaba deshecho.
Me fuí al baño, me duché y de nuevo camino a la cocina… una casa silenciosa, la luz empezaba a entrar por las ventanas, pero fuera y dentro, el silencio era constante.
Hice el desayuno, pero café para dos, tostadas para dos, una riquísima sobrasada mallorquina para dos, algo de radio en una mesa con dos sillas… ¡Eureka!
No, no me he hecho pequeño esta noche, sino que la mitad de mi yo, no se si la "y" o la "o", no si se si el "pa" o el "co", estan de viaje por la Frrangce (intento ponerle acento francés).
Pues sí, es eso lo que noto, que Tania no está y me falta algo. No se exactamente si son sus ruidos…
¿os habéis dado cuenta? Creo que todos tenemos unos ruidos característicos. De pequeño podía adivinar quién estaba en el comedor por el ruido que hacía, en casa de mis padres es fácil adivinar quién baja las escaleras por el sonido de las pisadas… Todos y cada uno de nosotros tenemos un ruido.
… o tal vez sea su aroma…
Como en los ruidos, todos olemos diferente. Los animales estan mas avesados que nosotros a esto de los olores. Pero bien dicen que los niños pequeños, los bebes, que apenas pueden ver, reconocen a sus madres por el olor.
… o quizás sea su presencia…
Aunque estemos en habitaciones diferentes, uno en una punta y el otro en la otra… sabemos que estamos ahí… un silbido… o un "que fas?"… Y el otro responde…
Pues sea lo que sea… lo echo de menos… Mientras escribo hago tiempo para llamarla, espero que lo este disfrutando mucho, conociendo Lyon, y que me cuente muchas cosas…
Yo por aquí ando programando en PHP, viendo alguna película (Aeonflux) y haciendo algo de deporte (fútbol pachanguero).
Tal que así… mañana a trabajar… y pasado… y el otro… pero entonces… ya no seré pequeño… ya no estaré a la mitad… porque mi "o" o mi "y", mi "co" o mi "pa" volverá a casa…