O Cebreiro
Salí de casa con las botas puestas, en la espalda llevo mis 10 kilos de ropa, comida, saco y colchoneta, unas cartas y unos garbanzos museros. Sin embargo parece que pese 20 o 30 kg. Me despido de la familia, nos vemos dentro de unos 200 km. y un sinfín de momentos felices.
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Llegamos al pie de O’Cebreiro, el tiempo se detiene, pongo los pulgares en las asas de la mochila, bajo la cabeza, doblo un poco el cuerpo por la cintura, y doy un paso y otro, y otro, y otro mas allá… pero no puedo más…. estoy
cansado y creo que no llegaré arriba. Se acerca alguien.
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Estoy junto a Sebas, Laura, Boris, Manolo, Irene, Chuchi, Silvia, Juanca, Aranza… estoy junto a ellos, caminamos, escalamos ese monte que nos da la bienvenida… Repaso mentalmente mi cuerpo y descubro que me duelen todos y cada uno de los músculos… los pies piden tregua… las risas y las bromas curan los dolores…
Vamos juntos y de esta guisa, O’Cebreiro se hace pequeño… Un stop&go, unos
«sacamantecas», una EBFPPRT, una de Sabina, un ponme la capelina, un trago de agua, un pensamiento impuro, un tocamiento decoroso, un pensar en la birra que nos espera en la cima, un mojón eterno…
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Sigo subiendo, y noto que a cada paso la mochila pesa menos y menos, y menos… voy soltando el lastre de los problemas, las preocupaciones, el stress, la rutina…. creo que llegaré sin mochila… sólo queda disfrutar!
Queridos amigos, os deseo un muy buen camino… una parte de mi se va con vosotros, la otra se queda aquí, deseando ir también… Disfrutad de todos y cada uno de los momentos… compartirlos (que remedio os queda)….
Un beso y un abrazo enorme para tod@s…
Buen camino ULTREIA!!!!
