Naira ya tiene 6 meses y una semana. Está muy grande, ya desayuna su papilla de cereales, al medio día come su papilla de verduras, por la tarde come su fruta triturada y por la noche toma su bibe; vamos que ya no necesita de mí para alimentarse, el pecho se lo doy cuando me pide o por las noches/ madrugada; pero mi niña ya se esta haciendo mayor.
Por un lado me enorgullece que coma y que haya aceptado bien los alimentos sólidos pero por otro siento como poco a poco ese vínculo invisible y esa complicidad entre las dos cuando la amamantaba va desapareciendo. Pero aún no soy capaz de romper mi cordoncito con ella y de dejarla más del tiempo necesario, solo para ir a trabajar o hacer compras. Todavía Paco y yo no hemos tenido un momento a solas como pareja y hemos salido por ahí a «relajarnos». Supongo que la primera vez será dificil y que ambos nos la pasaremos pensando en la niña y volveremos rápido pero a mí me cuesta más.
Quizás este sábado vayamos a celebrar los Carnavales a Vilanova y la Geltrú y dejemos a Naira durmiendo con sus abuelos en el piso que tienen allá y después nosotros regresaremos a dormirt ahi. Esos son los planes ya veremos como nos va; por lo pronto a armarme de valor en estos días para dejar a mi niña sola por la noche. Cuando se rompe el cordón con un hij@? creo que esa pregunta no tiene respuesta pues cada caso es distinto y los hay que no se rompen.
pakus
16 febrero 2009 at 19:23
Extraído del artículo «vamos que ya no necesita de mí para alimentarse», ¡Claro carií±o! Es dificil acostumbrarse a que la nií±a se levante, vaya a la cocina, coja su bibe, lo llene de agua (de la garrafa), lo caliente, le ponga la leche en polvo, los mezcle, pruebe la temperatura, se ponga el babero, se siente, se acabe el bibe, se tire su «rotet»…
Si es que crecen enseguida… carií±o… ese vínculo no se ira nunca, no se rompera jamás… te lo digo yo que lo estoy viendo muy de cerca… 😛
Besitos a mis dos mujeres…